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Tendinitis

Uno de los grandes problemas de la práctica repetitiva es el desgaste de los elementos que intervienen en el movimiento. Los tendones, encargados de unir los músculos y los huesos, sufren con frecuencia, y cuando sobrepasamos sus límites se inflaman. Surge entonces lo que llamamos tendinitis. Es típica en guitarristas, pianistas, bateristas… el estilo de vida actual en el que manejamos ratones, pantallas táctiles, pasamos mucho tiempo sentados… no hace sino contribuir al desarrollo de estos problemas.

Para prevenir su aparición, podemos seguir unos pequeños consejos:

  • Calentar antes de tocar – pocos músicos, especialmente a nivel amateur o semi-profesional siguen este consejo. Es fundamental que antes de iniciar la práctica, realicemos al menos unos ligeros estiramientos y movimientos que bombeen sangre a las zonas que vamos a poner en funcionamiento. Y no solo las que intervienen directamente. En el caso de los guitarristas, por ejemplo, muchos de ellos se enfocan únicamente en las manos, pero el movimiento no parte de ahí, ya que los tendones que dirigen los dedos vienen del antebrazo, y todo el brazo se inserta mediante el hombro, una estructura muy compleja. Muchos músicos tienen problemas en sus dedos (como el dedo gatillo), que pueden tener su origen en una lesión del hombro. Es pues importante en este caso empezar por estirar el hombro, los antebrazos y finalmente las manos, de modo que toda la estructura esté disponible y en condiciones. Normalmente con 5 minutos ya lo tendremos hecho, y no solo nos prevenirá de lesiones sino que mejorará nuestra técnica.
  • Higiene postural – siguiendo con un enfoque holístico, durante la práctica del instrumento y en general en nuestra vida cotidiana, debemos intentar ser conscientes de nuestra postura y cuidar especialmente la columna y el cuello.
  • Vida sana – puede parecer un tópico, pero es la realidad: practicar deporte habitualmente, no consumir alcohol en exceso… al final todo suma, y unos tendones fuertes y en forma serán menos proclives a la lesión.
  • Si duele no insistas – en cuanto aparece el dolor debemos parar. Es una máxima que si nos saltamos puede tener consecuencias irreversibles.
  • Practicar con sentido – los estudios modernos dan por sentado que no tiene sentido una práctica física de muchas horas diarias. En el caso de que pretendamos mejorar la técnica, dos horas diarias son más que suficientes, y el exceso puede tener efectos contrarios a los que buscamos. Hay que tener en cuenta que con la edad los tendones envejecen y pierden elasticidad. Que fuéramos capaces de tocar varias horas seguidas en nuestra adolescencia sin cansancio aparente, no quiere decir que pasados los 35 podamos hacerlo sin que el cuerpo se resienta.
  • Movimientos antagónicos – el cuerpo humano se basa en el equilibrio. Si hacemos desarrollamos mucho los elementos implicados en un sentido, deberemos compensar en el otro. Por ejemplo, si tenemos muy desarrollados los músculos y tendones implicados en cerrar nuestra mano, puede causar la debilidad de los implicados en abrirla. Unos pequeños ejercicios de compensación pueden ser bastante beneficiosos.

Una vez aparece la tendinitis lo mejor es acudir a un fisioterapeuta, pero tenemos a nuestro alcance algunas herramientas:

  • Cesar la actividad que produce la tendinitis – muchas veces es un movimiento concreto o un ejercicio el que nos produce el dolor. Es mejor no insistir, el cuerpo avisa de que eso no le gusta. Pero ojo, es falso que el tendón deba reposar completamente. Está demostrado que en el caso de los tendones el reposo les hace perder fuerza y resistencia, con lo que deberemos hacer movimientos y ejercicios que los mantengan en marcha, eliminando los que produzcan dolor. Nuestro fisio nos puede dar una tabla de ejercicios y estiramientos adecuados.
  • Frio y calor – la alternancia de frío y calor (hielo, ducha caliente en la zona…) produce buenos resultados en la mayoría de ocasiones
  • Estiramientos – al igual que los ejercicios, son fundamentales para volver a restablecer la zona afectada (como hemos comentado, que sea nuestro fisioterapeuta el que nos guíe)
  • Anti-inflamatorios – cuando la tendinitis sea de cierta importancia, el Ibuprofeno o anti-inflamatorios locales pueden ser una buena opción

Sin duda lo mejor cuando el problema surge es consultar con un profesional, pero es importante que los estiramientos y la correcta postura formen parte de nuestra práctica cotidiana.

 

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Volumen sonoro

La herramienta más importante para un músico es su oído. En muchos casos no los tratamos con delicadeza, y deberíamos prestarles la atención debida. Por una parte, en nuestra vida cotidiana soportamos agresiones sonoras que hasta cierto punto no dependen de nosotros, como son el ruido de la calle, el tráfico, las obras, etc. Pero en ocasiones una otitis causada por el viento o por una infección del agua de la piscina pueden afectarnos. Hay que estar preparado para este tipo de agresiones, y llevar unos algodones puede sernos de utilidad (y por supuesto, intentar usar tapones siempre que vayamos a la piscina).

En cuanto a lo que depende de nosotros, es importante que adoptemos ciertas costumbres, como por ejemplo al utilizar auriculares. El volumen de lo que escuchamos debe de ser moderado, una de las cosas que más machacan los oídos a medio y largo plazo es escuchar música con los cascos a volúmenes mayores de lo habitual. Al igual que pasa con los tendones, son cosas que hacemos cuando somos jóvenes y parece que nada malo puede pasarnos, pero el cuerpo tiene memoria, y en el futuro nos pasará la factura.

En cuanto a nuestro entorno musical, cada vez es más habitual el uso de tapones especiales. Hoy en día hay muchos en el mercado, y por poco dinero podemos protegernos. Básicamente lo que pretenden es reducir el volumen y las frecuencias agresivas. Es muy habitual ver ensayos de grupos jóvenes y no tan jóvenes (normalmente en estilos de rock y superiores en cuanto a tralla) que tocan a un volumen brutal. En principio debería ser la batería la que marcara el límite del volumen general, pero la diferencia de un baterista sutil a otro que no lo es puede ser abismal. Si no somos capaces de convencer a nuestro baterista de que utilice baquetas de práctica o siquiera que toque más bajo, deberemos echar mano de los tapones. Es mejor ser inteligentes y que nuestros compañeros de grupo se rían de nosotros o piensen que somos unos snobs, que ser idiotas y destrozar nuestros oídos. Está comprobado por otra parte, que el volumen moderado hace que el conjunto suene mejor, y esto es algo que muchos técnicos de sonido deberían de aplicarse en directo. En el local de ensayo, viejos trucos como las hueveras de cartón o materiales absorbentes harán que el sonido sea más contenido.

En directo la regla es la misma, aunque las situaciones al aire libre son habitualmente menos dañinas, ya que el sonido tiene sitio para expandirse. Aun así, un concierto de dos horas tocando en una charanga rodeado de instrumentos de viento y percusión a todo trapo puede ser bastante traumático. Merece la pena gastarse un poco de dinero y hacerse con unos tapones adecuados. Con el tiempo lo agradeceremos.

 

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Calentamiento (1) – Estiramientos

Como hemos visto al hablar de la tendinitis, el papel de la prevención es fundamental, y los estiramientos son una parte importante. Evidentemente, hay un montón de ejercicios que podemos hacer y en Internet existen muchos recursos que nos pueden servir. Lo que vamos a intentar es dar una serie de estiramientos sencillos y rápidos, de manera que podamos incorporarlos a nuestra rutina habitual con relativamente poco esfuerzo. Una cuestión a destacar es que podemos hacerlos sin que necesariamente vayamos a tocar después, de manera que contribuiremos a que mantengamos la agilidad y fortaleza en los músculos y los tendones.

  • Irrigación de los hombros – levantamos la mano hasta tocar el hombro (cada mano con su hombro correspondiente) y efectuamos pequeñas rotaciones (podemos hacerlo simplemente extendiendo el brazo, sin necesidad de que la mano toque el hombro, pero esta manera es más segura para el hombro)
  • Estiramiento de los hombros – Realizaremos tres tipos de estiramientos: primeramente levantaremos los brazos y los entrelazaremos por encima de la cabeza. A continuación ayudándonos del otro brazo estiraremos en dirección del brazo que nos ayuda. Finalmente estiraremos levantando el brazo y llevándolo a la espalda (como intentando rascarnos). Es mejor ayudarse también de la otra mano.

    Estiramientos hombros
  • Estiramiento de los antebrazos – Tenemos que estirar primeramente los tendones interiores, y para ello extenderemos el brazo y pondremos la palma hacia afuera en ángulo recto ayudándonos con la otra mano. Estiraremos y mantendremos la posición. Podemos ayudarnos de la pared apoyando la palma de la mano, y el ejercicio se puede realizar tanto con la mano hacia arriba como hacia abajo (pero siempre con la palma hacia afuera). Después estiraremos los tendones exteriores con la palma de la mano hacia adentro ayudándonos también con la otra mano, pero esta vez tendremos especial cuidado, porque en esta postura es fácil que nos lesionemos la muñeca, así que hay que procurar no pasarse, y sobre todo no apoyar contra ninguna superficie, como hacíamos en la posición anterior.

    Estiramientos antebrazos

  • Estiramiento de las manos – Podemos masajearnos los dedos previamente, y el ejercicio es muy sencillo, consiste simplemente en abrir y cerrar las manos, procurando estirar al abrir.

    Estiramientos manos

Lo ideal es que cada uno se vaya haciendo su propia rutina, y no estaría de más incluir un pequeño estiramiento para el cuello, que siempre ha de consistir en estirar con la cabeza hacia abajo, ya que hacia arriba es sumamente peligroso y podemos lesionarnos las vértebras. Por supuesto, lo ideal sería realizar de vez en cuando (con dos veces a la semana es suficiente) estiramientos más completos, sobre todo de espalda, y practicar algún deporte de forma diaria; caminar es un ejercicio excelente que nos deparará pocas posibilidades de lesión. Lo importante es ser consciente de que el cuerpo está compuesto de muchos elementos inter-relacionados, y aunque nos centremos en los que a priori están más involucrados en la práctica del instrumento, tener un estado global óptimo nos va a influir tanto en la agilidad del cerebro como en la de los dedos.

 

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Calentamiento (2) – Ejercicios con la guitarra

Al igual que en el apartado de estiramientos, en Internet hay una enorme cantidad de ejercicios de calentamiento que podemos incorporar, pero vamos a dar unos muy sencillos y efectivos. Evidentemente, variaran en función de nuestras necesidades, no es lo mismo tocar con púa que con dedos, pero teniendo esa variante en cuenta, nos servirán igualmente.

  • Escala cromática – Comenzando en el primer traste de la sexta cuerda, iremos ascendiendo pulsando cada nota. Una vez lleguemos al traste 4 de la primera cuerda volveremos a descender hasta el punto de partida. Después repetiremos haciéndolo con ligados ascendentes al subir (pulsaremos la primera nota de cada cuerda y las otras serán ligadas) y descendentes al bajar. Usaremos un dedo de la mano izquierda para cada traste (traste 1 dedo 1, traste 2 dedo 2, etc.)

    Escala cromática
  • Escala en forma de "x" – Comenzando otra vez en el traste primero de la sexta cuerda, iremos haciendo un aspa ascendente hasta el traste 4 de la tercera cuerda, donde iniciaremos el aspa descendente empezando en el traste primero y terminando en el traste 4 de la sexta cuerda. A continuación repetiremos empezando esta vez en la cuerda 5 y luego haremos otra "x" empezando en la cuarta cuerda. Podemos hacerlo de forma arpegiada si tocamos exclusivamente con dedos o combinando si usamos púa y dedos.

    Calentamiento escala x

    Para estirar la mano podemos realizar este ejercicio dejando trastes de separación, por ejemplo:

    Calentamiento escala x ampliada

 

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